El ajo negro no solo es un alimento con propiedades sorprendentes, sino que también de él se obtienen aceites esenciales que pueden potenciar aún más sus beneficios. Este superalimento ha ganado popularidad gracias a sus cualidades medicinales, convirtiéndose en un aliado clave para mejorar tu bienestar.
¿Qué es el Ajo Negro y cómo se obtienen?
Proviene de un proceso de fermentación del ajo blanco, donde sus dientes adquieren una textura suave y un sabor dulce. Además, durante este proceso, se extraen aceites esenciales ricos en compuestos bioactivos, como la alicina y la S-alilcisteína (SAC), que amplifican las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias del ajo.
Los aceites esenciales concentran sus beneficios, haciéndolos ideales para su uso tanto en la cocina como en aplicaciones terapéuticas. Estos aceites se han vuelto populares en el mundo del bienestar por su capacidad para mejorar la salud cardiovascular y fortalecer el sistema inmunológico.
El proceso de fermentación y extracción de aceites.
El ajo blanco se fermenta a temperaturas controladas durante varias semanas, lo que transforma sus componentes naturales y permite la extracción de aceites esenciales. Estos aceites, además de concentrar las propiedades beneficiosas del mismo, son fáciles de incorporar en la dieta diaria, ya sea en gotas o como parte de aderezos y platos culinarios.
Los aceites esenciales son especialmente útiles para personas que prefieren no consumir grandes cantidades, ya que solo unas pocas gotas aportan poderosos compuestos antioxidantes y antiinflamatorios.
Principales beneficios del Ajo Negro y sus aceites esenciales.
- Antioxidantes y antiinflamatorios potentes: El ajo negro y sus aceites esenciales están cargados de antioxidantes que ayudan a combatir enfermedades.
- Mejora la salud cardiovascular: Los aceites esenciales pueden ayudar a reducir la presión arterial y mejorar la circulación.
- Fortalece el sistema inmunológico: Es conocido por ser un potente antimicrobiano. Sus aceites esenciales potencian esta propiedad, ayudando a combatir virus y bacterias.
- Apoyo digestivo: Los aceites esenciales pueden ser beneficiosos para la digestión, ayudando a equilibrar la flora intestinal.
- Aplicaciones culinarias y terapéuticas: Además de utilizarse en la cocina, los aceites se pueden aplicar tópicamente.
La ciencia respalda su uso.
Diversos estudios avalan los beneficios. Investigaciones del National Institutes of Health han demostrado que el ajo negro puede reducir los niveles de colesterol y combatir el estrés oxidativo. Además, los aceites esenciales extraídos del ajo negro son cada vez más valorados por sus propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. Para más información, consulta este artículo sobre los beneficios científicos del ajo negro.